Con buen juego, superioridad en todas las líneas, un equipo bien conformado y con mucha solidez, los teutones le ganaron 4 a 0 a un equipo argentino muy inferior.
En la cancha se vio algo que se sospechaba. Argentina había demostrado problemas defensivos y pocas ideas en ataque. Llegó hasta cuartos de final con individualidades. No le alcanzó y pudo haber perdido aun por más diferencia.